Coronavirus (El enemigo invisible), por María Moreno

Coronavirus (El enemigo invisible)

 De repente, el mundo se ha parado. Las calles han quedado desiertas, las tiendas se han cerrado, la gente se recluye en su casa. El enemigo a batir es demasiado poderoso porque cuenta con dos aliados con los que resulta muy difícil luchar; el desconocimiento y el miedo.

Estamos tan acostumbrados a dejarnos llevar por el ritmo frenético de la vida actual que nos parece imposible que algo así pudiera suceder.

Los más viejos del lugar buscan en su memoria haber vivido hechos similares pero ninguno acierta a encontrarlos. Es un enemigo nuevo, sin precedentes en nuestra historia reciente. Si hace un mes alguien nos hubiera dicho que nos íbamos a tener que enfrentar a una situación como la que hoy se nos ha presentado, lo hubiéramos tildado de catastrofista y peliculero. Pero la realidad supera con creces a la ficción y, a día de hoy, el mundo entero está sucumbiendo a los estragos de este enemigo invisible y dañino.

Lo único que nos queda por hacer es cumplir con las normas para evitar su propagación, todavía más, y confiar en los que están poniendo todo su esfuerzo en sacarnos de esta debacle que nos ha pillado por sorpresa. Quedémonos en casa para evitar males mayores.

Apoyemos en la medida de lo posible a todos esos profesionales que, mirando por el bien común, se dejan la piel para atender a todo aquel que lo necesita. Sintámonos orgullosos por la Sanidad que tenemos, Sintámonos orgullosos de esos médicos, enfermeras y demás gente que cumplen con su cometido y hacen que los hospitales sean verdaderamente lugares de sanación.

Tengamos esperanza en que, luchando todos a una, el enemigo acabará por debilitarse. Todos a una lograremos vencerlo. El ser humano es más fuerte de lo que parece. Nos levantaremos de la caída, lloraremos nuestras pérdidas y nos recuperaremos con la misma velocidad con la que siempre lo hacemos. Pronto todo esto nos parecerá un mal sueño.

Y la primavera, que hoy nos parece tan lejana, volverá de nuevo a nuestras vidas.

 

 

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